Una prenda tendrá
Niño A - ¿Nunca jugaste? Nos ponemos todos en ronda. Uno está afuera porque tiene un huevo podrido en la mano. Va dando vueltas alrededor del círculo y al primero que ve desatento le encaja el huevo. Cuando el distraído se da cuenta lo empieza a correr. Vos sabés como es mi familia. Ninguno quiere un huevo podrido, y mucho menos un huevo podrido que no le pertenece.
Niño B - ¿Y qué tiene el huevo podrido?
Niño A - Cada uno es distinto. El mío está lleno de mis frustraciones, mis miedos, mis cagadas.
Niño B - Qué feo cargar con eso. ¿El de tu viejo que tiene?
Niño A - Nunca lo vi. Cada uno es muy celoso de su huevo podrido. Tampoco sé si quiero saberlo.
Niño B - En casa jugamos a aldonpirulero.
Niño A - Creo que más o menos estamos jugando a lo mismo.
6 comentarios:
la verdad cada vez que entro a ver que decidist escribir me llevo una muy grata sorpresa ¡Gracias por seguir compartiendo tus letras con nosotros!
¡Saludos!
¿¿¿Será que en cada familia se juega un juego similar...???
que ternura, la inocencia de los juegos infantiles bienintencionados!
Y a mí me gusta mucho lo que escribís!
Saludos y seguimos en contacto...
Che, no hay un mail adónde escribirte todo lo lindo que me genera leerte...
Así que somos más postmodernos aún y te resumo en posteo.
Es muy lindo leerte.
Jugando al huevo podrido se lo dejo al distraído. El distraído no ve, y... ¿lobo está?
Humm, no. Así no era.
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