Salvando el domingo
Atravesando un despertador que no sonó y siendo tarde para llegar temprano, comenzó. El latiguillo "cambio de cien" se apoderó de la mañana y a la tarde se encendieron las luces. Movidito movidito llegamos al café- luego de organizar el plan de exterminio. Nos divertimos con juegos paquetes y no saciamos el hambre con medialunas. Consumidos de tabaco volvimos a la sala y nos dejamos llevar un rato. Supongamos. De ahí al micro en ocho minutos. Y vuelta a casa.
Ni yo me creo que fue domingo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario