domingo, 2 de septiembre de 2007

Salvando el domingo

Atravesando un despertador que no sonó y siendo tarde para llegar temprano, comenzó. El latiguillo "cambio de cien" se apoderó de la mañana y a la tarde se encendieron las luces. Movidito movidito llegamos al café- luego de organizar el plan de exterminio. Nos divertimos con juegos paquetes y no saciamos el hambre con medialunas. Consumidos de tabaco volvimos a la sala y nos dejamos llevar un rato. Supongamos. De ahí al micro en ocho minutos. Y vuelta a casa.

Ni yo me creo que fue domingo.

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