lunes, 26 de noviembre de 2007

Esa es la cuestión

No es que tenga problema con los grises, pero me molesta el no saber. La duda me inquieta demasiado. La respuesta no es lo que me turba, si no todo lo que mi cabeza labura mientras la pregunta sigue ahí sola, vacante. Me arranco la piel del labio inferior mientras supongo una cosa u otra. Ninguna es mala, ninguna es del todo buena. Tener que suponerlo me saca de quicio.
Alguien me llamó mientras no estaba. Una mujer. No dejó dicho su nombre. Dijo que más tarde me volvía a llamar. Nunca lo hizo. ¿Habrá sido?
Cuando me preguntás qué siento no se que decirte. Tengo miedo de estar diciendo la verdad sin darme cuenta. Y luego ella me mira sin decirme nada. Todo comienza de nuevo. Resulta que ahora tengo que suponer el significado de esa mirada y de ese ademán que hizo con la mano izquierda antes de ponerse de pie y saludar a todos con la misma sonrisa.
Estaba demasiado borracho como para recordar lo que habíamos hablado. Recuerdo un diálogo rápido y balbuceante. Pero no puedo acordarme si nos dijimos lo que nos teníamos que decir.
No me queda otra que ir a tomarme un café con Hamlet para sacarle el cuero a las vacilaciones. Porque hasta la cobardía se puso en mi contra e impide sacarme algunas dudas, pensando que la esperanza me dejará tranquilo.

1 comentario:

gabrielaa. dijo...

— To die, to sleep, —
No more; and by a sleep to say we end
The heart-ache, and the thousand natural shocks
That flesh is heir to, — 'tis a consummation
Devoutly to be wish'd. To die, to sleep; —
To sleep, perchance to dream: — ay, there's the rub;
For in that sleep of death what dreams may come,
When we have shuffled off this mortal coil,
Must give us pause: