El lugar del centro
Se siente bien ir caminando hacia ningún lado. Pasear dejando huellas y jugar a pisar las que vamos cruzando en el camino. Por un rato, dejarse llevar por ese recorrido, sentir como el camino, a su vez, también juega a cruzarse con otros caminos. Perderse un poco, sin necesidad de mucha valentía, sino simplemente con un cacho de aventura y otro pedazo de ceguera. No una ceguera idiota, sino una de gallito ciego, algo infantil.
Eso sí, es bueno recordar el centro. Porque los caminos se pasean, pero no sin coherencia, siempre bailando desde el centro. La noción del centro sirve para poder retroceder y arrancar de nuevo. Para sentir que de algún lado nos sostenemos, que no todo es puro camino. El centro es la esencia, y si bien nunca se pierde, sería terrible tenerla olvidada.
2 comentarios:
Desde el centro hacia el mundo...
Jugando a hacer que no vemos o viendo lo que no se ve jugando...
Besotes!!!
q si no se qué! ¿es esto lo que creo? creo que si...
me encanta la iniciativa, y el brillo de tu simpatía le mete luz a tanta puta mugre que se ve por estos dias!
siga por el buen camino mi chapu, que al final nos encontraremos, TODOS!
Soy Mario Pachuly
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