sábado, 25 de agosto de 2007

Dentro del después

Después de decírmelo decidiste despedirte. Desdeñosa. De detenerte debería detestarte, definirme déspota. Dejaste desnudo desamparo depresivo. Descubrí deseos decadentes, dementes. Dediqué decenas de décadas de desenfreno. Desequilibré descuidadamente. Desbordé. Derrapé. Descansé. Desperté. Del desierto desigual desligué deudas. Detrás dejé detalles. Detenido delante del desvío, definí destino. Demostrando destreza determiné desenvolverme. Delante de decenas de débiles degollé defectos, derroté demonios. Después decidí despegar definitivamente. Deseando decirte: "devuélveme".

3 comentarios:

Paula dijo...

:))))

Delata directrices deletéreas, denotando deslizamientos dialécticos de derrapes disolutos.
Divino, divino.

Anónimo dijo...

deslumbrante: de diez, de diez.

santi dijo...

demasiadas des